"La lignina, el material que permite que los árboles mantengan la posición vertical, es un polímero compuesto por unidades estrechamente relacionadas con la vainilla. Cuando se convierte en papel y se la almacena durante años, se quiebra y desprende un agradable olor. Así es como la divina providencia ha dispuesto que las librerías de segunda mano huelan a vainilla de alta calidad, excitando subliminalmente en nosotros el apetito del conocimiento".
Perfumes: The Guide, a través de Bookshelf porn. (La traducción es mía.)
2 comentarios:
Tengo la manía de oler los libros. Lo primero que hago al abrir uno, casi antes de leer una sola línea, es sumergir las napias entre sus páginas. Los libros tienen personalidad, cuentan más de lo que cuentan. Las manchas de café; las arrugas provocadas al forzar el material en contorsionistas lecturas... El olor a pegamento se va perdiendo. Sobre todo nos informa de la edad del ejemplar. El olor vendría entonces a ser al libro lo que los dientes al caballo. Siguiendo con la veta, tendríamos que sentenciar que a libro regalado no se le huele el papel.
Un saludo.
Podrá parecer estúpida mi impresión sobre esta breve nota, pero creo que la información que brinda es preciosa y me ofrece la confirmación de mi no-locura. Agradezco la generosidad.
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